martes, 23 de febrero de 2010

Señor Director.

Le escribo con el fin de expresar mi más profunda indignación por el paupérrimo desarrollo de lo que hasta el año pasado significo el estandarte del turismo estival en nuestro Iquique. Una empresa supuestamente más experimentada, con más bagaje y poderosa, financieramente, vino a echar por la borda el arduo y especializado trabajo realizado por profesionales y empresarios locales.

Tengo el orgullo de haber formado parte importante del equipo desarrollador y evaluador del proyecto que hoy se conoce como “Festival Verano Iquique”; trabajo que tomo aproximadamente dos años de estudio, preparación, planificación y programación; sin mencionar aún la inversión económica que debió realizarse en esta tarea. Después de grandes esfuerzos intelectuales, de gestión y coordinación logramos convencer al municipio de que nuestro proyecto se convertiría, no en el evento más importante en el norte de nuestro país, sino, en un plazo debidamente acotado, en uno de los eventos más importantes a nivel nacional y porque no decirlo latinoamericano. Posteriormente, y por condición sine qua non, participe directamente en el equipo productor del festival, desarrollando distintos roles que no vienen al caso mencionar.
Considerando lo expuesto en el párrafo anterior, me gustaría citar lo expresado, en entrevista a vuestro periódico, por una representante de la productora Chilevisión Eventos. “Creemos que el Festival ha ido creciendo y nos planteamos, si podemos a futuro, posicionarlo como uno de los mejores en el Norte”. Entre la indignación y la pena, me atrevo a recordarle con mucha humildad, que hasta el segundo festival, realizado el año recién pasado, logramos concretar con mucha anticipación nuestra gran ambición, posicionar el Festival de Iquique como uno de los más importantes en Chile. Hicimos noticia, tuvimos espacio en todos los canales de televisión abierta nacional y ni hablar de la prensa escrita. Hasta el año pasado señor director, no existieron eventos en el enorme norte chileno que se compararán con nuestro festival. Nuestro sitial estaba merecidamente situado en lo alto de los eventos músico-culturales de nuestro país.

Por eso ahora, recuerdo los enormes esfuerzos realizados por amigos y compañeros, que sin mirar descanso dejaron todo por realizar una tarea impecable para entregarle a nuestra ciudad un festival de calidad internacional. Recuerdo como con exhaustivo trabajo y ético celo profesional resguardamos los intereses y prestigio de nuestra ciudad. Porque hoy, muy alejado del rubro, veo con tristeza, no solo como personas aparentemente sin escrúpulos reducen todo ese trabajo a una expresión marginal, sino que además, como representantes de nuestra ciudad y de la productora a cargo se expresan con total conformidad con respecto de lo realizado.

Explicaciones para lo sucedido seguramente van a sobrar, pero no quiero despedirme sin antes rescatar un último comentario. Señores Chilevisión, nuestro festival ya era el más importante del norte de Chile antes de vuestra llegada.
Se despide de usted.

Freddy García Orellana

jueves, 22 de octubre de 2009

El primer paso hacia lo profesional...

El año 2000 con 18 años prácticamente recién cumplidos y casi por una cuestión de suerte hice mi ingreso a la Universidad. Ingeniería Civil Industrial fue la carrera elegida por alguien que venía de un colegio técnico, sin mucho sentido, fue casi seguir la corriente. Difícil tarea emprendí y después de varios años, por fin vio su final, a fines del 2008, para ser exactos (Mi carrera casi paso a ser un proyecto más del bicentenario). Hartos años dirán algunos criticones pero, bueno, lo aprendido y lo bailado no me lo quita nadie.

Pase por varios procesos de maduración y comprensión durante esos años, unos más duros que otros, pero todos sin duda superados y aceptados. No voy a renegar de nada ni de nadie, conocí todo tipo de personas, buenas, malas, indiferentes, pero de todas sin duda pude rescatar algo, de lo que debía y no debía hacerse; para que hablar de lo estudiado, un mar de conocimiento con un centímetro de profundidad era la conclusión final y casi unánime entre mis compañeros más cercanos. Pero con todo eso, debo agradecer la amplitud de visión que tengo hoy para afrontar los problemas, la capacidad para identificar necesidades y la cantidad casi inagotable de herramientas para gestión, desarrollo y evaluación de proyectos, control, producción y un montón más que se me quedan en el tintero, pero que sin duda, en la práctica, sirven igual.

Entre medio e intermitentemente conseguí un sinfín de trabajos hasta que ya en los últimos años logre establecerme en uno (ese será tema de otro posteo) y de todos ellos, incluidas las practicas logre entender algo que hoy por hoy, para mí, es súper valioso. Ser profesional no tiene que ver con cuanto tiempo te la pasaste estudiando, ni que tan difíciles eran tus ramos y menos el nombre de la institución donde estudiaste; ser profesional para mi es saber respetar el tiempo de los demás, es saber poner atención a lo que el resto tiene que decir, es dedicar tiempo de preocupación genuino hacia los problemas que debemos resolver, es aportar, ser útil y proactivo, eso amigos míos es para mí, ser profesional.
Por eso, en esta nueva etapa, ya egresado, con algo de experiencia en este competitivo mundo laboral, espero seguir aprendiendo, seguir creciendo, creyendo y por supuesto, aportando.